Taller de Poesías Leonlandesas "El León Enamorado"

  Por Violeta Paula Cappella de Fox Talbot Hoy en Navidad te recrimino no haberme defendido del robo hogareño y la cizaña. Del aro de plata que me mordió Para que el otro no sirva para nada Hoy en Navidad te recrimino las monedas que me faltaban de la alcancía y los billetes ausentes de mi monedero que se guardaba en su bolsita cual rata de aserradero Hoy en Navidad te recrimino el sueldo entero que me robó y que enojada tiró bajo la cama y ambas me acusaron de sucia y desordenada   Hoy en Navidad te recrimino que lo poco que yo tenía me lo rompía con los dientes porque no era de ella, entonces de nadie Hoy en Navidad te recrimino que yo ordenase y adornase y ella revolvía todo cuando yo no estaba, luego vos venías y de mugrienta me acusabas. Hoy en Navidad te recrimino cada robo, cada dinero que me faltaba y vos y tu marido se lavaban las manos, tan sucias como las de la que me robaba. Hoy en Navidad te recrimino las pa

Por Frida Ágata Saint-Martin de Fox Talbot Me llena de alegría verte, querido Sol. El eclipse me habló bien de vos. Me dijo que te ibas por un ratito y que volverías a darnos tu luz, renovada, limpia, pulcra, dulce y amable,  como en las tardes de invierno, como en los amaneceres de verano, como después de la lluvia, como tras la nube pasajera. Ahí estás mi Sol, Señor de los rayos ardientes, nuestra Gran Estrella dadora de toda vida. 

 Por Violeta Paula Cappella de Fox Talbot

Por Violeta Paula Cappella de Fox Talbot  

Día de la Palabra Estas son las palabras que hemos ido recibiendo en honor al 23 de noviembre, Día Internacional de la Palabra. Sonrisa Besar Luz Amistad Concordia Azul Perseverancia Naranjas Naturaleza Gatitos Amén   Fünfhundertfünfundfünfzig Laurel Polo Cielo Biblioteca Love Comunicación Esperanza Manzanilla Energía Gloria Alpaca Sol Actividad Dios   Fondue Espiritualidad Anís Reencuentro Chocolate Justicia Amar Faro Corazón Agua León Voluntad Cristo Logos Alma Fidelidad Honor Conejitos   Luna Felicidad Dulzura Bondad Renacer Perritos Colores Luminosidad Caballo Lingvo Arte Alabanza Recuerdos Consuelo Esperanto    

  Por Violeta Paula Cappella Nadie llora por la flor marchita, ni por la que yace cortada en suelo Solo alguien se acerca a besar una flor seca si es el recuerdo atesorado de un amor que ha muerto. Nadie llora por el lirio que se hunde en el agua ni por la del cactus que se oculta en la arena Nadie presta una lágrima a la flor del camalote que la helada ha quemado a la vera del río.

  Hoy, 23 de noviembre, celebramos el Día Internacional de la Palabra como vínculo de la humanidad. Para reflexionar sobre esta celebración, proponemos a todos los leonlandeses a elegir una palabra que sientan cercana, que los represente y que, por su sonido, cantidad de letras o forma gráfica, encuentren que es la favorita y la más apreciada. Durante toda la semana, estaremos recibiendo las palabras vía whatsapp que publicaremos durante el próximo fin de semana. Cordiales saludos, Ana Lis Cappella Directora del Taller de Poesías “El León Enamorado”

Por Alice Amanda de Cappella "Hoy pido que se publiquen los originales escritos a máquina. Estoy nostálgica del sonido del duro teclado de una máquina de escribir. Sinceramente, la computadora es maravillosa, pero carece de esa magia que las máquinas de escribir supieron tener. Espero que disfruten de esta poesía, queridos lectores."  Alice

Por Paloma Rowley La luna en el espejo de agua, sutil reflejo que se hace estrellas cuando las olas se mecen tenues. Costumbre lunar añeja mirarse en el río hacerse mil pedazos y retomar su imagen  cuando el remanso  y el charco de agua.  Gotas marrones del Paraná que de noche son de oro revestidas de neblinas y rocío. 

  Por Alice Amanda de Cappella   A Edith, la profesora de Juguetería, que nos llena las manos con tanta fantasía Sos dulzura, talento e imaginación En muñecos de paño con suela   de cartón, ositos de peluche y ese tigre rayado, que dormirá en los brazos de algún niño encantado. En las artesanías que nos fuiste enseñando, con tu gran bonhomía que fuiste brindando. Son cátedras de magia – no de arcanos oscuros, sino con los matices más brillantes y puros. Con telas de colores, ojitos de cristal, estopa en el relleno, papel para calcar. Un conejo celeste, pancita de arco iris, una gatita rosa, orejas verdemar. Hoy quiero agradecerte Todo lo que aprendí, haciendo en Halloween brujitas, no cometí un desliz. Si de mí dependiera a Suecia te irías ya, a recibir un premio el Nobel de la Paz.

Por Alice Amanda de Cappella Este es un momento de mi vida En el que voy sobre puntos suspensivos. El título de madre se destiñe Y el de abuela está por imprimirse.   ¡Qué silencio sin prisa hay en la casa! Aunque el sol ilumine las ventanas, No calienta el hogar en el que hubo risas y aroma a chocolate y pan tostado.   Aquí no hay discusiones no regaños, Las cosas no se pierden ni se buscan, Todo está donde alguna vez lo puse, Las llaves, la tijera o la birome.   Más que nunca te quiero compañero, Que en la noche regresas al refugio, Compartimos las hijas que se han ido Y este sereno amor tan tuyo y mío.  

Por Melina Klostenmayer Mar dorado de oro crujiente en olas terrestres de brisa  danza ondulante el trigo la espiga, el grano, el pan latente. Trigo que creces a la luz del sol, áureas criaturas de aristas rectas con sus glumas estériles y  la florecilla apical casi invisible. Te tengo en mis manos, trigo cosechado,  te analizo, te observo,  ¿Serás pan? ¿Serás torta? ¿O serás deliciosas masas con dulce de leche?

Por Alice Amanda de Cappella ¿Dónde está la palabra que he perdido? ¿Dónde está? No la ubico ni la encuentro. Yo la tenía aquí muy adentro mío. Y se fue sin permiso en un descuido mio. ¡Vaya a saber por dónde estará ahora! En qué mentes se oculta De quiénes serán los labios que la suelten. Si llegara a sonar en mis oídos, mi boca volvería a pronunciarla. ¡Qué alegría tendré cuando retorne! ¡Qué gozo me dará volver a hallarla! En cuestión de minutos o de horas, habré de cobijarla. Sé que hay un lugar donde se esconde: Diccionario ilustrado. Si lo abro, me atrapa otro vocablo y olvidaré buscarla.  (Publicado en en el libro: "Colección Diez")

Presentamos, en el día del Corazón, nuestra Antología Poética Leonlandesa, dedicada a todas las damas leonlandesas con todo el amor del mundo.  Enlace de descarga de nuestro libro: https://drive.google.com/file/d/1Nb8Xa_8Wb9onydy9F4UfH6HQPlnsRfMS/view?usp=sharing

Por Edelweiss Fox Talbot Ahora todo es virtual, el aula es de zoom, el pizarrón es el chat y yo quiero ver a mi escuela  cuando el covid se vaya y todo vuelva a ser normal. 

Por Sven Fox Talbot Tengo mis juguetes en un gran arcón como si fueran tesoros que custodia un león tengo juguetes nuevos y muchos viejos juguetes que ya mis primos no usaban porque son grandes y me llegaron a mí. 

Por Alice Amanda de Cappella En esta soledad voy comprendiendo que no puedo escapar a mi destino, entonces desbordo de reproches, sobre palabras dichas y escuchadas; voy amontonando lo sufrido, tu falta de atención,  mi exigencia. El despilfarro de horas entregadas, los lugares, las citas, los momentos, el amor que nos dimos, los libros que leímos, la música escuchada. Con todo esto y más aún, se envuelve mi presencia con la tuya atada con un lazo con moño y cerradura, en un círculo de tiempo, en el que dentro están como fantasmas detenidos, tu figura y la mía. 

Por Nele Fox Talbot Mediodía de limones, tardes de naranjal, pomelos de la mañana, gusto a sol, pulpas doradas, dulces jugos de amor que embriagan sin palabras. Amargas gotas de venganza que cuajan la Vía Láctea, penicilinas aterciopeladas. ¡Limones, naranjas, pomelos! La vida vislumbró Fleming  en vuestra vida verde aterciopelada. 

Por Alice A. de Cappella La justicia argentina tiene ojos cegados, también se quedó sorda debido a un resfriado, por dormir en las cámaras con pleitos congelados o tratar con los jueces de corazón congelado. La justicia argentina deja libre al ladrón, al que mata, al que viola y al mayor impostor, le interesa la fianza que puede recaudar y no acepta reclamos de lesa humanidad. 

Por Alice A. de Cappella El polvo ocupa, sin prisa, sus arrugas, todo es opaco en él, no hay brillo alguno, el sol no lo calienta, la luna no le extiende su capa fría. Ya nadie escucha si suspira... La muerte ni lo ve, se aleja y sigue. Sus zapatos son tiestos enmohecidos, las piernas, troncos frágiles que se curvan donde desde hace cien años no hay deseo ni lluvia blanquecina. El no está pero nunca se ha ido,

Por Alice de Cappella Con el mantel bordado en punto filtiré la mesa se engalana para servir el té Posamos la tetera de fina porcelana con sus doce tacitas de bordes festoneados. Sobre un pequeño plato descansa el colador luego de haber filtrado color, luz y sabor. En delicada fuente adornada y florida, la torta nos espera para ser compartida. Recuerdos ancestrales me trae la porcelana, antiguos perfumeros, cajitas musicales. Blancos tornasolados, brillos iridiscentes. Tan suave entre mis manos, da nostalgia a mi mente. 

Por Alice de Cappella Era un silencio alerta en medianoche. Con lunares de grillos y de ranas. Era un silencio quieto, serio, oscuro, castigado por doce campanadas. Luego, el silencio se volvió más blando, se derretía en cada hora marcada y suavemente lo empujó la brisa, tintineando al pasar por las persianas. Era un silencio tenue, madrugando. Con trinos picoteando claroscuros. Y un relincho de crines al galope  se burló del silencio que dormía. 

Por Violeta Paula Cappella Cuando la noche entra en Rosario, cuando los últimos destellos del crepúsculo tiñen de púrpura el río y el dulce aroma se levanta del agua  invadiendo la ciudad que habito... Cuando las hierbas de las barrancas me embriagan con sus agrestes fragancias y las enredaderas, las campánulas y las madreselvas enmarañan la rosarina tierra... Cuando los crudos inviernos de escarchas blanquean parques y vecinos... Cuando las hojas del otoñal Independencia se revelan y esparcen furiosas sobre Boulevard Oroño y de las barrancas descienden hacia la deriva, en el río de azúcar morena y miel... Y cuando las noches, más largas que el día agrisan el cielo, la luz y la vida, busco en mis libros, mi fugaz guarida, un trébol, un verso, un sutil maullido, el amor escondido: aquel rosarino que incluyó mi vida en su destino.

  Por Alice de Cappella A Rafael Alberti Rafael de madrugada  soñaba que iba a la mar, la paloma equivocada lo quería acompañar. Él soñaba con las olas galopando en alta mar, por momentos las pintaba en un gran cielo otoñal. Cabalgando marejadas su vida se diluyó, se hizo espuma, se hizo arena y una barca lo acunó. La luna lo ha maquillado, el sol no lo despertó, Rafael sólo soñaba y en sueño se transformó.

  Por Alice de Cappella Hombre de mano fría y tibio corazón ¡Cuánta gente se acerca a besar tu labor! Sólo sé que fabricas helados de color Con sabores de frutas, chocolate y licor Aquel que toma helados tiene cualquier edad, desde que es pequeñito, hasta la ancianidad. Por un helado un niño deja de jugar y el hombre del cigarro labios frescos tendrá. Debe ser un buen señor, el que elabora helados y seguro que tiene amigos bienamados.

Por Violeta Paula Cappella   Oyá, tan sufrida por su rapto, cautiva en manos enemigas. Ha llorado su niñez, lejos de sus hermanas queridas.   Oyá, tan agradecida a Oshún por su dolor y valentía. Fueron las monedas de cobre salvadoras de la pequeña niña.   Oyá, escucha, escucha con atención, ya suenan las vainas de flamboyán. Danza, mi querida, danza, que mientras dances, más fuerza tendrás.

Por Alice de Cappella Un gato salta Noctámbula energía Es una ráfaga su libertad, cautiva ojos de luna giran --------------------------------------- De oro, el fresno tiene su copa llena El viento derrama el contenido crujen doradas gotas ---------------------------------------- Al triste frío, lo dejo en la vereda calor en casa de tiempo detenido tibio sol enjaulado --------------------------------------- De sus vapores,  Rosario se levanta  cubierto de sol el río entre suspiros bifurca sus caminos.

Por Patricio Klostenmayer Ayer tuve un sueño horrible, pesadilla de crueldad, soñé con un monstruo grande que no tenía piedad. Su rostro era tan terrible que aún al despertar sentía que me miraba y me quería azotar. En mi sueño entré a un cuarto de papeles repleto, una enormidad, eran expedientes, casos, juicios, todos ellos sin cerrar. ¿Qué hace aquí todo esto? -  pregunté a una autoridad - ¿Son casos sin resolver? Sí - dijo ella - me presento: mi nombre es mesa judicial, armo y desarmo casos,  acoso y acuso a quienes no quieren colaborar , yo vivo aquí, en Comodoro Py y me hago valer por la mafia, por marquitos, el de la Peña y por mi jefe: el capo Macrí. Con acento, porque es así.