Sin mayúsculas - Comodoro Py


Por Alice A. de Cappella


La justicia argentina tiene ojos cegados,

también se quedó sorda debido a un resfriado,

por dormir en las cámaras con pleitos congelados

o tratar con los jueces de corazón congelado.


La justicia argentina deja libre al ladrón,

al que mata, al que viola y al mayor impostor,

le interesa la fianza que puede recaudar

y no acepta reclamos de lesa humanidad. 

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