Taller de Poesías Leonlandesas "El León Enamorado"

  Por Ana Lis Cappella Las luces de la calle crean sombras de raras formas Faroles que amarillentan el paisaje pretenden ser sol  y tampoco son estrellas Un ratón solitario cruza  de una vereda a otra y busca migajas pequeñas golosinas que él ve con o sin faroles Pues su vista y su olfato  son mejores que los nuestros. Ya no hay romance de medianoche,  solo hay luces mortecinas y miedo.

  Por Ana Lis Cappella   Un espejo tan viejo donde ya no se puede mirar Pero qué importa, si ya casi no ve Porque sus ojos son tan viejos, como el espejo Y como el espejo, sus ojos han visto Miles de rostros pasar: Los de siempre, Los bellos, los feos, Los amigables, los enemigos, Los sinceros, los falsos Los buenos y los malos Y su rostro, ya anciano, al que no puede ya mirar Es la muestra del amor más puro De la sonrisa franca Y el alma limpia de pecado Que siempre estuvo dispuesto a dar, aun sin recibir nada a cambio.

  Por Ana Lis Cappella El alma que siente el dolor del otro Que sufre y que grita la injusticia Que no mira hacia otro lado y se compromete Esa es la clase de almas que Dios necesita

Por Felicitas T. Cappella Es el frío que se enlaza en tu cuerpo que yace quieto a la sombra de la vida La nube que se acerca y empaña la vista del que llora, del que grita. Es la hiel y la hiedra, es el veneno que se cuela entre las cuerdas vocales y no deja que el grito emane salvaje y cruel frente al vacío y la mortaja. Es una vez más que se repite infinitamente el ciclo y no nos deja en paz porque vuelve a surgir de la nada y se enciende la vela que luego se apaga. No hay camino hacia otro lugar, no hay escape posible de la eterna rueda  que sádica levanta el polvo a su paso que luego serás. 

Por Colette Forestier Yo sé que de noche no hay lobos, yo sé que no muerden los muebles y sé también que las sábanas y almohadas son para dormir y no son un escudo contra dinosaurios gigantes. Pero mi oso, mi lindo oso es mi protector. Él cuida de mi sueño y me da amor. Él tiene un corazón calentito de lana, un alma limpia y es mi luz y mi sol cuando llega la noche, él me protege y me dice palabras llenas de luz.

Por Juliana Ingrid Alemann   ¿Por qué me dejas, por qué te vas? Aniquilas mi alma, me dejas atrás Es la historia que me traga de ser una vez más el destino de esta amarga soledad. No retornes, no mires hacia mí Ya no pertenezco a tu destino, haré el mío  Haré el mío tejido con hilos de seda, con encajes y cintas de oro y será para mí la venganza más dulce y mullida que pueda sentir.

Por Edelweiss Fox Talbot Ricas moras, más que sabrosas. Moras dulces, moras hermosas. Moras que manchan la ropa. moras que como y maquillan mi boca. Moras, ricas moras, oscuras delicias en mermelada, en el helado y en un postre con cerezas y muchas moras

  Por Ana Lis Cappella A mí no me lo diga no me lo diga. A mí no melodía no melodía. A mí no mediodía, no mediodía.

  Por Sandy Petersen Alta y plumosa,  la casuarina  se mece al viento del norte. Toca el cielo, ella es feliz. La casuarina que extraña sus tierras, Polinesia y Australia, mira al Parque Independencia y acerca sus ramas  a su compatriota, un eucalipto que llueve hojas ya viejas que deja caer.

  Por Michisia Felina   Hoy vi al atardecer, la primera estrella que apareció en el cielo. Es una estrella pequeña que titila para decirme “Hola” desde el cosmos Y la lejanía de su mundo lleno de galaxias, planetas y soles, como ella, sol de plata con destellos rosados, estrellita de la tarde-noche y de la noche temprana con cielo azul-celeste.

  Por Marion Henkel   Fotos viejas que se ponen cada ves más amarillentas o más bien ese color a billete de 10 pesos que las hace ocre, marrón claro, beige y todo los tonos de vejez y cosa antigua.

  Por Nele Fox Talbot   Yo te saludo con el corazón, amigo de mi vida. Te extraño cuando el COVID se levanta furioso. Pasan los días, los teléfonos, los mails y whatsapps. Un saludo de edificio a edificio, querido amigo. Las manos se extienden desde el balcón y el ventanal. “¡Cómo estás!” – te grito y el eco se escucha sobre la plaza. Retorna tu respuesta: “¡Bien, gracias!” - y me preguntas a mí. Respondo alegre: “¡Estoy bien!” – y sacudo mi mano en saludo. Sigue la vida como si nada, como si todo. ¡Hasta pronto!

  Por Edelweiss Fox Talbot   Que se cuela por las hendijas de las persianas, Que se mueve al paso de la Tierra y marca espacios Que antes a oscuras, ahora ilumina despacio.   Luz que se precipita cual chorro de agua sobre la cómoda, Toca el ropero, destella en el gran espejo y parte en mil pedazos Hacia otro dormitorio contiguo y gira hasta llegar al rincón contrario.

  Por Mireya Ernestina Cappella Mes de las patrias y las banderas, al viento De las revoluciones y sus líderes. Mayo, mes de los héroes y los villanos, Las conquistas políticas y los gobiernos El mes de la escarapela argentina, Las cintas blancas y celestes. Mes del periódico y los cientos Que se arremolinaron porque el pueblo quiere saber de qué se trata.

Por Ana Clara Braun Si supieras cuánto te amo, deberías sentir en tu corazón un nido de flores que crecen, la brisa que cubre  de aromas tu pecho henchido de rosas  y armónicos conciertos. Bésame los labios,  que están sedientos de tu amor, cuéntame al oído  esas cosas bellas y glamorosas que el amado sabe decir  con voz grave y sonora. Te amo en este eterno amanecer  de la vida que canta sones al amor. 

Por Nadieska Fox Talbot Azul-celeste, cielo de mi alma, cielo de mi tierra, cielo de mi patria. Azul-celeste mi mar y con un tono verde al amanecer y rojizo cuando está por venir la noche. Te extraño, mar, te extraño cielo  que en mi infancia eras más limpio que ahora, sin tanto smog, sin tanto plástico. Te quiero otra vez diáfano, mi cielo, te quiero salobre y transparente, mi mar. 

Por Ana Lis Cappella Donde la hierba verdea  la agreste sombra de la tarde exhala aroma selvas de otros tiempos y a junglas que de tan lejanas se han vuelto inciertas. Verde de las hojas rellenas de vida y de la planta más que preciosa, aire húmedo con sabor a tierra, raro dulzor salobre que abraza al jardín con sus enredaderas. 

Por Ana Lis Cappella Vade retro, chanta, vade retro, lacayo del mal Te crees superior y no eres más que gusano que se arrastra  entre la mugre mental. Crux Sacra Sit Mihi Lux, porque ella me guía,  me da valor y elimina tus oscuridades,  todas tus bajezas y tu sucio emocional. Sí, Ipse Venenas Bibas!

Por The Intelektor Kat Si te parece viejo es porque no lo has leído. Si no lo has leído, no opines. Me guardo las ganas de decirte que leas,  que leas una y otra vez el libro viejo. La Biblia, siempre está vigente.