Hay un espejo

 


Por Ana Lis Cappella

 

Un espejo tan viejo donde ya no se puede mirar

Pero qué importa, si ya casi no ve

Porque sus ojos son tan viejos, como el espejo

Y como el espejo, sus ojos han visto

Miles de rostros pasar:

Los de siempre,

Los bellos, los feos,

Los amigables, los enemigos,

Los sinceros, los falsos

Los buenos y los malos

Y su rostro, ya anciano, al que no puede ya mirar

Es la muestra del amor más puro

De la sonrisa franca

Y el alma limpia de pecado

Que siempre estuvo dispuesto a dar,

aun sin recibir nada a cambio.

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