A Ginebra
Por: Violeta Paula Cappella
Ya en la Rue de Varembé
o en la plaza del mercado,
por todas partes encuentro
ecos de grandes legados.
Palais des Nations,
Bonne Volonté Mondiale,
el cementerio, J.L.B.,
la gare que canta la partida
y el retorno al rincón suizo,
al apéndice encantado.
Nieve, sol suave, el lago,
el preciso reloj acostado,
plazas, agua y esculturas raras
mirando hacia el horizonte
por el Jura quebrado.
Esbeltos cisnes y curiosos patos,
onduladas calles desiertas,
el viejo rugoso empedrado.
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